Tras el merecido descanso volvemos como cada año a la rutina, que se agradece en algunos aspectos pero nos exige lo mejor de nosotros. De nuevo las exigencias del trabajo, los madrugones, el tráfico, las prisas, el cole de los niños, los nuevos retos personales para el año, como practicar ejercicio (o no) o dejar de comer basura para perder esos kilos de más. Por ello quiero proponeros una ayudita para mejorar vuestra resistencia al estrés, una opción natural que os ayudará a lidiar con todos los síntomas derivados del estrés como el insomnio, los dolores de cabeza, la fatiga, la tensión muscular, los dolores de estómago, los resfriados y a prevenir problemas más graves como las enfermedades autoinmunes.

Empieza el año y todos nuestros propósitos nos proporcionan una energía extra para empezar. Pero ya sabemos que esta energía va mermando poco a poco con el paso de las semanas hasta que empezamos a desear la llegada del primer puente o de las navidades.

Nuestra resistencia al estrés o capacidad adaptógena depende de muchos factores, algunos no los podemos controlar pero otros si. Venimos con una capacidad adaptógena programada desde el vientre materno y nuestros primeros años de vida, influidos por los hábitos de nuestra madre, el tipo de nacimiento, por cesárea o por parto natural o si hemos recibido el pecho materno durante un tiempo mínimo, lo cual va a condicionar nuestra flora intestinal y nuestros sistema inmunitario.  Esta parte debemos aceptarla , no podemos cambiarlo, pero existen otros factores sobre los que sí que podemos influir. Tener una alimentación adecuada libre de azúcares y harinas refinadas, aditivos y grasas de mala calidad, practicar ejercicio de forma regular, dormir regularmente unas ocho horas, practicar mindfulness o meditación son hábitos que te ayudan a tolerar mejor el estrés, pero a veces no es suficiente.

En este artículo os voy a hablar de los adaptógenos, sustancias naturales que tuvieron su época dorada entre los años 50 y 60, época en la que fueron más  estudiados por los rusos con el objetivo de mejorar la resistencia de sus soldados, astronautas y atletas olímpicos. Posteriormente, como todas las modas, cayeron en el olvido, pero no han dejado por ello de ser una gran ayuda frente al estrés. La característica más importante de los adaptógenos es esa, aumentar la capacidad adaptógena, es decir, mejorar la  resistencia al estrés.

Tenemos el concepto de que el estrés es solo mental o emocional, pero en realidad existen múltiples factores que ponen a prueba nuestro organismo, desequilibrandolo constantemente, como la polución, los aditivos alimentarios, las infecciones, los cambios climatológicos, la falta de sueño, las radiaciones electromagnéticas, la información masiva, los fármacos, los alérgenos, los gérmenes, los traumatismos, las cirugías, los alimentos de mala calidad y un sin fin de ellos. Esto genera una respuesta de estrés crónica que puede llegar a agotarnos generando toda clase de síntomas derivados del estrés. Visto de esta manera, podría decirse que el estrés crónico es la verdadera causa de enfermedad hoy en día.

Los adaptógenos pueden ser una ayuda extraordinaria a la hora de batallar con el estrés. A todos ellos les unen unas características comunes y luego cada uno tiene las suyas propias. Yo los considero una ayuda inestimable para el mantenimiento de la salud en periodos de estrés mantenido y como forma de prevenir la enfermedad, pues están libres de efectos secundarios a dosis adecuadas, no generan tolerancia ni adicción y permiten que nuestra vuelta al equilibrio sea más rápida, más fácil, mejorando nuestra salud de una forma global.

Según Brekman para considerar a una sustancia adaptógena debe cumplir los siguientes requisitos:

1. Mejorar la resistencia de forma inespecífica ante cualquier estímulo estresante.
2. Modular el organismo en el sentido en que sea necesario, activando o frenando las funciones de nuestro organismo buscando siempre el equilibrio.
3. No tener toxicidad  ni efectos secundarios.

Entre los efectos comunes más importantes de los adaptógenos están:

• Mejora de la resistencia física y mental.
• Aporte de energía y disminución de la fatiga.
• Fortalecimiento del sistema inmunitario previniendo infecciones.
• Desintoxicación de sustancias nocivas para nuestro organismo.
• Mejora del estado de ánimo, sueño e incluso nuestra función sexual.
• Prevención de la enfermedad derivada del estrés crónico.

Entre los adaptógenos más estudiados y utilizados se encuentran los siguientes, de los que destacaré sus características propias y su dosificación habitual:

Ginseng Coreano

Es considerado como el más eficaz adaptógeno,el más estudiado y con mayor evidencia científica., aunque esto no quiere decir que sea el mejor. Procede del Norte de China, Rusia y Corea. Además de mejorar la resistencia mental y física como los demás adaptógenos, mejora la memoria, el aprendizaje y la voluntad. Es útil en el tratamiento de adicciones, en la mejora del rendimiento aeróbico y en el retraso de la fatiga en deportistas dando negativo en el control antidopaje. Regula el apetito y los picos de glucosa en sangre, siendo útil en casos de resistencia a insulina. Es considerado como el mejor reconstituyente después de tratamientos con inmunosupresores, quimio o radioterapia. Se recomienda en dosis de 500-1000 mg/día con un 5-7% de gingenósidos (su principio activo). Deberemos evitar su ingesta por la noche pues puede provocar insomnio.  Se recomienda sobre todo en otoño e invierno aunque puede utilizarse en otras estaciones si es necesario. En personas con hipertensión haya que tener precaución pues es hipertensor suave,

Eleuterococo

También conocido como el Ginseng Siberiano. Típico de la región de la Taiga. Muy útil en jóvenes sometidos a entrenamiento intenso pues permite alargar el tiempo de entrenamiento y retrasar la aparición de fatiga. Agudiza el oído y la vista. Se recomienda sobre todo en casos de sobreentrenamiento, convalecencias y agotamiento. Puede ajustarse la dosis según necesidad pero en estudios se han utilizado dosis de 400 mg  3 veces /día. Puede producirse interacciones con ansiolíticos , antidepresivos y fármacos para la diabetes y se recomienda evitar su uso en cáncer estrógeno dependiente.

Rhodiola rosea

Plata de origen siberiano que destaca por su capacidad para mejorar el estado de ánimo, siendo especialmente útil en casos de depresión e insomnio. La Rhodiola ayuda a quemar grasa corporal incluso en reposo, pudiendo ser útil en sobrepeso por consumo de antidepresivos. En deportistas ha demostrado reducir los tiempos de recuperación y ha resultado ser útil en el síndrome de abstinencia de alcohol y tabaco. Se aconseja en dosis de 200-600 mg/día, en una o dos tomas , evitándolo por la noche.

Ashwaganda

Planta tradiocional de la medicina ayurvédica que destaca por su capacidad para regenerar las neuronas confiréndole un papel muy importante en la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson. Mejora la ansiedad, la depresión y la memoria y aumenta la fertilidad en hombres y la líbido en las mujeres. Se recomienda en dosis de 400-800 mg/día.

Bacopa Monieri

También utilizada en ayurveda. Su propiedad más destacable es la mejora del aprendizaje, la memoria y la concentración. Posee efectos ansiolíticos, antidepresivos y relajantes musculares. La dosis que ha resultado beneficiosa en estudios es de 150 mg de bacósidos que es el principio activo. Para una dosis de 500 mg al 20% de bacósidos (100 mg) la dosis sería de 500-1000 mg/día.

Schizandra

Originaria de China . Sus bayas han sido utilizadas para reducir el estrés de todo tipo, como esfuerzo físico, climatología, infecciones, intoxicaciones o inflamaciones, Se asimila mejor que le ginseng, sobre todo por las mujeres. La dosis más utilizada es de 450 mg 3 veces día, aunque también pueden consumirse las bayas secas masticadas de forma progresiva  de 1-10 g/día, mejor en ayunas.. No se recomienda su consumo en embarazadas ni en estados de ansiedad.

Reishi

Conocido como el hongo de la eterna juventud o de la inmortalidad. Constituye en si un medicamento natural para todo el organismo, mejorando nuestra salud a todos los niveles. Es uno de los suplementos naturales más eficaces contra el cáncer, pudiéndose combinar con el tratamiento médico reduciendo los efectos secundarios del mismo y potenciándolo. Posee además propiedades ansiolíticas, antidepresivas, antiinflamatorias, antihistamínicas con efectos comprables a los de la hidrocortisona sin sus efectos secundarios, siendo muy útil en enfermedades autoinmunes, asma , alergia, enfermedades reumáticas, ansiedad e insomnio. Se recomienda en dosis de 400-1200 mg/día, siendo estas mayores en casos de cáncer.

Cordyceps

Hongo originario del Tíbet, utilizado para la debilidad y la fatiga. Aumenta la testosterona, por lo que es útil en casos de impotencia e infertilidad en hombres y falta de líbido por estrés crónico tanto en hombres como en mujeres. Mejora el rendimiento, reduce la fatiga  y acelera la recuperación en deportistas. Posee efecto antidepresivo, protector hepático y modulador del sistema inmunitario. La dosis estándar es de 400-800 mg/día.

Maca

Tubérculo originario de los Andes peruanos. Entre los efectos con más evidencia científica destacan la mejora de la fertilidad, la líbido y la impotencia en hombres sin afectar a los niveles de testosterona en dosis de 1,5-3 g/día en su variedad negra. LA maca negra ha demostrado mejorar el aprendizaje espacial, la memoria, la ansiedad y la depresión, aunque precisa más estudios de calidad.

Raíz de Maral

Originaria del Sur de Siberia. Hoy en día está en peligro de extinción, por lo que su adquisición no es fácil. Sus aplicaciones fueron principalmente militares por lo que la mayor parte de los estudios no fueron publicados. Sim embargo fue reconocido como adaptógeno oficial del equipo olímpico ruso en 1995 pues aumenta la testosterona y posee un efecto anabolizante, mejorando la fuerza y la masa muscular sin los efectos secundarios propios de los anabolizantes. Se recomienda en dosis de 400-600 mg/día.

Supongo que ahora mismo estás pensando en cual será el más apropiado para ti y en salir corriendo al herbolario para adquirirlo y convertirte en el super man o la super woman del año. Sin embargo , te aconsejo que consultes tu caso concreto a un psiconeuroinmunólogo que tendrá en cuenta tu situación particular y todos los agentes estresante que están repercutiendo en tu salud, que valore cual es el más indicado en tu caso y te aconseje un producto de calidad a una dosis apropiada y personalizada. No caigamos en el error de la medicina convencional que prescribe para cada síntoma un fármaco sin llegar a tratar la verdadera causa. Los adaptógenos nos ayudan sobre todo en aquellos momentos en los que preveemos una temporada intensa de estrés y nos van a ayudar a no caer enfermos, pero no van a solucionar tus problemas. Busca las causas de tus síntomas derivados del estrés crónico y pide ayuda si lo necesitas.