Además de los problemas que nos causa el coronavirus, ahora tenemos que lidiar con las consecuencias del mismo, las secuelas que deja. No se están dando soluciones en este aspecto, de ahí que me haya decidido a escribir este artículo. Espero que te sea de utilidad.
Estamos hartos de escuchar las medidas de prevención para no contagiarnos del virus, distancia de seguridad, estado de alarma, confinamientos, mascarilla, geles hidroalcohólicos... A mi personalmente me parecen demasiado simplistas e incluso interesadas, sin evidencia ni respaldo científico, construidas a partir de unas bases poco sólidas. La mayor parte de ellas son medidas políticas, no sanitarias. Con este artículo mi intención es darte la oportunidad de que seas tú quien toma las decisiones sobre cómo protegerte del virus, centrándote en lo que tú puedes hacer por ti sin ser una marioneta dependiente de las decisiones de políticos incompetentes. Ayudarte a prevenir la enfermedad no es negocio, así que como no lo hagas tu, no lo va a hacer nadie. La vacuna no es tu salvador, lo eres tú.
Y la pregunta que te hago es ¿Qué puedes hacer tu para reducir la posibilidad de contagio y el daño si aún así te contagiarás?
Tomar las riendas de tu propia salud es la mejor prevención.
La Psiconeuroinmunología es la ciencia del estrés y del cambio. Y el estrés no es más que un mecanismo de tu organismo para adaptarse a los cambios y recuperar su equilibrio.
¿Quieres mejorar tu capacidad de adaptación y tu resistencia al estrés?
No es una pregunta fácil de responder, pues cada persona responde de una manera diferente al estrés. Ante el mismo factor estresante y de la misma intensidad y duración, algunas personas van a verse afectadas mientras que para otras apenas será algo significativo en sus vidas. Unas pueden salir debilitadas y otras fortalecidas.
Esto depende en gran medida de la capacidad adaptógena de cada cual y vamos a verlo desde este punto de vista, aunque hay otros.
Cansado de oirlos una y otra vez en mi consulta cuando sugiero cambios en la nutrición de mis pacientes, me he propuesto llegar a un poco más de público e ir desmantelando antiguos dogmas basados en afirmaciones no justificadas y en muchos casos en recomendaciones hechas por los propios profesionales de la salud.
Tras el merecido descanso volvemos como cada año a la rutina, que se agradece en algunos aspectos pero nos exige lo mejor de nosotros. De nuevo las exigencias del trabajo, los madrugones, el tráfico, las prisas, el cole de los niños, los nuevos retos personales para el año, como practicar ejercicio (o no) o dejar de comer basura para perder esos kilos de más. Por ello quiero proponeros una ayudita para mejorar vuestra resistencia al estrés, una opción natural que os ayudará a lidiar con todos los síntomas derivados del estrés como el insomnio, los dolores de cabeza, la fatiga, la tensión muscular, los dolores de estómago, los resfriados y a prevenir problemas más graves como las enfermedades autoinmunes.
¿Qué pasó con el masaje? Esa sensación relajante y agradable que sientes cuando amasan tus músculos...es un momento solo para tí, para sentirte, para entrar en contacto con tu cuerpo, tomando conciencia de él y apagando tu mente...
Por fin me he animado a presentaros un proyecto de coaching grupal para el trabajo del estrés de una forma holística, de tal forma que no sea el dueño y señor de nuestras vidas y seamos nosotros quienes asumimos el control y no nos pase factura a nuestra salud física y emocional. El coaching grupal permite acceder a más gente a menor precio, permítete dedicarte un tiempo para tu crecimiento y desarrollo personal. Si no tienes tiempo para venir es que lo necesitas. Anímate!!!
En este artículo explicamos como luchar contra la pereza de una forma más holística, atacándola desde varios frentes de tal forma que podamos debilitarla y salir fortalecidos.